viernes, 31 de mayo de 2019

LA EUCARISTIA

La Eucaristía es la consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en su Sangre que renueva mística y sacramentalmente el sacrificio de Jesucristo en la Cruz. La Eucaristía es Jesús real y personalmente presente en el pan y el vino que el sacerdote consagra. Por la fe creemos que la presencia de Jesús en la Hostia y el vino no es sólo simbólica sino real; esto se llama el misterio de la transubstanciación ya que lo que cambia es la sustancia del pan y del vino; los accidentes -forma, color, sabor, etc.- permanecen iguales.
La institución de la Eucaristía, tuvo lugar durante la última cena pascual que celebró con sus discípulos y los cuatro relatos coinciden en lo esencial, en todos ellos la consagración del pan precede a la del cáliz; aunque debemos recordar, que en la realidad histórica, la celebración de la Eucaristía (Fracción del Pan) comenzó en la Iglesia primitiva antes de la redacción de los Evangelios.
Los signos esenciales del sacramento eucarístico son pan de trigo y vino de vid, sobre los cuales es invocada la bendición del Espíritu Santo y el presbítero pronuncia las palabras de la consagración dichas por Jesús en la última Cena: "Esto es mi Cuerpo entregado por vosotros... Este es el cáliz de mi Sangre..."
. Encuentro con Jesús amor
Necesariamente el encuentro con Cristo Eucaristía es una experiencia personal e íntima, y que supone el encuentro pleno de dos que se aman. Es por tanto imposible generalizar acerca de ellos. Porque sólo Dios conoce los corazones de los hombres. Sin embargo sí debemos traslucir en nuestra vida, la trascendencia del encuentro íntimo con el Amor. Resulta lógico pensar que quien recibe esta Gracia, está en mayor capacidad de amar y de servir al hermano y que además alimentado con el Pan de Vida debe estar más fortalecido para enfrentar las pruebas, para encarar el sufrimiento, para contagiar su fe y su esperanza. En fin para llevar a feliz término la misión, la vocación, que el Señor le otorgue.
Si apreciáramos de veras la Presencia real de Cristo en el sagrario, nunca lo encontraríamos solo, únicamente acompañado de la lámpara Eucarística encendida, el Señor hoy nos dice a todos y a cada uno, lo mismo que les dijo a los Apóstoles "Con ansias he deseado comer esta Pascua con vosotros " Lc.22,15. El Señor nos espera con ansias para dársenos como alimento; ¿somos conscientes de ello, de que el Señor nos espera en el Sagrario, con la mesa celestial servida? Y nosotros ¿Por qué lo dejamos esperando? O es que acaso, ¿Cuándo viene alguien de visita a nuestra casa, lo dejamos sólo en la sala y nos vamos a ocupar de nuestras cosas?
Eso exactamente es lo que hacemos en nuestro apostolado, cuando nos llenamos de actividades y nos descuidamos en la oración delante del Señor, que nos espera en el Sagrario, preso porque nos "amó hasta el extremo" y resulta que, por quien se hizo el mundo y todo lo que contiene (nosotros incluidos) se encuentra allí, oculto a los ojos, pero increíblemente luminoso y poderoso para saciar todas nuestras necesidades.

jueves, 2 de mayo de 2019

La vida como una continua eucaristía

La vida como una continua eucaristía

Para hablar de Eucaristía, tenemos que referirnos a Jesús. Él mismo se llama Pan Vivo, que nutre, que alimenta, que fortalece que sostiene. La eucaristía es espacio para acercarnos a Jesús, para fortalecernos nuestros pies, para tener su estilo, para eso vamos a misa. Pero vivir la vida como una continua eucaristía es algo más. Es trascender la Misa. La eucaristía invita a más. No me puedo quedar sólo con la celebración… somo enviados a la realidad.
Tenemos que tomar conciencia del hambre que tiene nuestra gente. Nosotros, que queremos estar en sintonía con Jesús pan de vida, miremos que Jesús en su modo de vivir tenía especial atención a su realidad. Él se daba cuenta del hambre, de que estaban como ovejas sin pastor. La eucaristía nos invita a mirar la realidad como lo hacía Jesús y a darnos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. Para salir al encuentro de la realidad y compartirnos.
Hay una permanente tensión entre acercarme a Jesús y acercarme a la realidad. Los dos me invitan a compartirme. Jesús me nutre, Jesús me alimenta, su vida me interpela. Pero lo mismo me pasa con la realidad. La realidad me está haciendo a gritos una llamada, una convocatoria a estar atento. Como estaba atento Jesús a estas necesidades. Cuando yo me percibo como una acción de gracias como se percibía Jesús de cara al Padre, también estoy atento a eso que pasa en la realidad.
La invitación para ti hoy es a preguntarte ¿dónde estás invitado a compartir tu vida? Ese pan que Dios en Cristo te ha dado a ti. ¿Cuáles son las hambres que hay a tu alrededor?
Allí donde hay, en definitiva, sed de sentido. Que es a veces de lo que más carece nuestra sociedad.
Jesús es permanente Eucaristía. Nosotros unidos a Él podemos vivir como una constante acción de gracias de cara al Padre, y como un pan vivo que se parte y se reparte para saciar el hambre y las urgencias de nuestra gente. Te invito a que te consideres así, como una eucaristía, por eso vuelve una y otra vez, a Jesús que se te entrega como Pan Vivo, que se te entrega de distintas maneras para alimentarte. Ojalá te sientas también convocado ante las distintas realidades que te toca vivir a darte a brindarte y hacer de tu vida una continua eucaristía.

Ignacio Rey Nores sj
MEJ – Parroquia San Ignacio
Montevideo-Uruguay

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